Te fuiste y dejaste un rastro de frío
y viento.
Intento recordar el verano en tus
ojos,
la primavera en tu sonrisa
y el otoño en tu pelo...
pero tu ausencia es un largo invierno,
un invierno eterno.
Te fuiste y dejaste un rastro de frío
y viento.
Las ausencias pesan,
duelen, y nos hace eternos.
Las ausencias ríen,
lloran y hasta se hacen cuentos.
Te fuiste y dejaste un rastro de frío
y viento.
Y la vida es una estrofa larga,
sin estribillo pero a tempo.
Las ausencias gritan,
cantan y me hablan lento.
Te fuiste y dejaste un rastro de frío
y viento.
Sin embargo no estoy triste,
te siento...
el viaje no ha acabado aquí
solo empieza desde otro puerto.
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