lunes, 28 de septiembre de 2015

Puntos suspensivos

Tengo una letra perfecta para una melodía desafinada.
Tengo una vuelta a la esencia
y fe para volver a creer.

Sé cómo disfrutar de tomar el sol en silencio,
de reírnos sin motivo
y de mirarnos a los ojos al despertar.

Tengo pensados planes para tus días vacíos
y guardé un montón de billetes de ida.

Tengo tiempo para perderlo,
ganas para agotarlas
y frases que continúan todos y cada uno
de tus puntos suspensivos...


viernes, 11 de septiembre de 2015

De repente

De repente no eras tú.
A las fotos, las que nos hicimos juntos, se les fue el color. Los atardeceres dejaron de ser naranjas.
Y nuestra librería se llenó de libros en blanco y marcos vacíos.

De repente no era amor.
Los besos eran un acto reflejo, un ritual monótono. Los abrazos sólo cosa de uno.
Te sentía lejos aunque estuvieras a mi lado y no te oía, aunque me hablaras al oído.

De repente era yo.
El espejo me devolvía la mirada. Solté la cuerda para volar, venciendo miedos y vértigos.
Y la vida fue una aventura inesperada.


Y todo así, de repente...  

lunes, 24 de agosto de 2015

Ay, corazón

Ay corazón, tenemos que hablar.
Sí, ya sé... pero urge que hablemos de amor.

De latidos y suspiros.
De sudores y cosquilleos.
De olores y sabores.

Ay corazón, tenemos que hablar.
Sí, ya sé... pero urge que hablemos de desamor.

De vacíos y ausencias.
De lágrimas y decepciones.
De canciones y poemas.

Ay corazón, tenemos que hablar.

Sí, ya sé...  

sábado, 15 de agosto de 2015

Verde ciencia-ficción

Ordenar las fotos en mi ordenador siempre me pareció una tarea tediosa, pero esta vez no me quedó más remedio. Necesitaba encontrar una foto que retratara un momento feliz para la exposición de un amigo. Y de repente apareció una foto que no recordaba. No la había tomado yo pues aparecíamos de espaldas, desenfocados, durante un concierto y me pregunté cómo había ido a parar a esa carpetas de “VARIOS”. Fue aquel concierto, ¿recuerdas?, en el que cogíamos cervezas de una nevera pequeña y dejábamos la voluntad en un cesto de mimbre. Fue esa noche en la que me preguntaste de qué color eran en mis ojos. Te conté que eran marrones, aunque con la luz del sol se ponían verdes, como a mi madre. “Sólo quedaremos los días en los que los tengas marrones” dijiste justo antes de ir a por otras dos cervezas. Nunca te pregunté por qué, pero allí, sentado en el suelo y viendo a lo lejos cómo dejabas unos euros en el cesto de mimbre, deseé con todas mis fuerzas que mis ojos se volvieran de un verde tan intenso que te asustaran. De un “verde ciencia ficción”, que diría Amaral. Imagino que para provocar en ti la reacción de la que habías escapado. De la que yo sigo escapando.

Cuando me acercaste a casa sonaba “A Real Hero” en la radio del coche. Los dos estábamos enganchados a la banda sonora de “Drive” y no pude evitar imaginarte vestido con la chaqueta del escorpión de Ryan Gosling. Desde entonces te veo así, de espaldas y con las manos en los bolsillos, cada vez que pienso en ti. Y detrás, a lo lejos y borroso como en la foto te observo, deseando que te gires y te des cuenta de que tengo los ojos verdes ciencia ficción. 

lunes, 15 de junio de 2015

La locura del teatro



Hay quienes piensan que los actores estamos todos locos. Y lo mejor... es que llevan razón. Lo que no sé es porqué ven la locura como algo negativo. La vida solo es soportable básicamente en tres estados: borracho, drogado o loco. Para el alcohol y las drogas no tenemos ni cuerpo ni dinero, así que volvámonos locos. Loco de atar, loco de amor... ¡o loca del coño!

Pensad que un actor es como un juguete al que desmontaron un día y al intentar volver a montar las piezas encajaron de distinta forma. Desde entonces hablan diferente. Ven diferente. Se mueven diferente. Pero sobre todo, sienten diferente.

Un actor es como las vecinas de toda la vida, necesitan llevar varias vidas hacia delante para sentirse completamente plenos. Pero no lo hacen por simple curiosidad o por puro morbo, como tus contactos de Facebook, no. Lo hacen porque tienen tanto que mostrar, tanto que decir, tanto que sentir, que una sola vida, una sola voz y una sola historia se les queda muy muy cortas. Demasiado cortas.

Bendita locura y bendita necesidad de crear personajes e historias que le dan sentido a la magia del teatro. El teatro que es como un gran espejo en los que en los que todos deberíamos mirarnos de vez en cuando para practicar el más sano de los ejercicios: el de la autocrítica.

Para reírnos de nuestros defectos, para aprender de nuestros errores, para recordar el pasado o imaginar el futuro, para llorar con nuestras tragedias y dejarnos llevar por nuestras pasiones.

Porque unos ojos perfilados ven mucho más lejos. porque con la piel maquillada se siente de otra manera, porque una cabeza con peluca es mucho más lúcida y porque unos labios pintados besan muchísimo mejor.

Si, los actores estamos completamente locos, somos unos enfermos, unos yonquis de ese gran veneno que es el teatro.

Viva la locura y todos los que participan de ella.
Viva el teatro y todos los que se miran en él.

Viva la locura del teatro. 

martes, 26 de mayo de 2015



Deberías saber que desde aquella noche volví a fumar. Pero ahora lo hago en la ventana, pensando en tejados lejanos perfilando un cielo estrellado.

Deberías saber que desde aquella noche bebo vino en lugar de cerveza. Que cambié los juegos de espuma en mi bigote por sueños con manchas de color burdeos y de sabores afrutados.

Deberías saber que desde aquella noche beso con los ojos abiertos, soñando de nuevo con besos de película, con aquellos que tienen su propia banda sonora.

jueves, 14 de mayo de 2015

En la mañana en la que no amanece, en la que el café no amarga, ni el zumo endulza.
En el día en el que el sol no calienta, el cielo no cubre y los pájaros no vuelan.
En la tarde sin sobremesa, sin siesta, sin hora, en la que no anochece.
En la noche sin luna, sin sueños ni desvelos.
En la vida sin vida.

En el mundo sin ti.

viernes, 20 de marzo de 2015

María

A María le gusta hablar sola. Lo hace a todas horas, en casa, en la calle, en el trabajo... Hace tiempo que se acostumbró a que la miraran como a un bicho raro y dejó de disimular con los auriculares del móvil para que pareciera que mantenía una conversación telefónica. María es una chica tímida, de pelo encrespado y mas pecas que lunares. Cuando habla le gusta hacerlo despacio y pronuncia las consonantes como si fueran una barra fija donde las vocales practican sus ejercicios de danza.
Esta mañana María salió a dar un paseo. Mientras miraba un escaparate se fijó en su reflejo. Estaba hablando sin más compañía que la de su sombra y sus sueños. Y allí, sin poder parar de hacerlo, se dio cuenta de que en realidad no hablaba sola, ni a su propio reflejo. María fue consciente en ese mismo instante de que en realidad hablaba con él. Lo hacía desde hacía años. Lo hacía así como sin querer, aún sabiendo que no estaba y de que probablemente nunca lo estuvo. Le contaba lo que había hecho durante el día, pero solo lo importante, para parecer que había sido interesante. Hablaba con naturalidad y cierta gracia, para enmascarar el peso de la ausencia, como si no sintiera que su corazón estaba aún mas encrespado que su pelo y que tenía mas lunares que pecas.

 María siguió hablando en voz alta. Y supo que lo haría siempre porque era a él a quien hablaba. Aunque el mundo creyera que seguía hablando sola.

sábado, 7 de marzo de 2015

Ausente

Te fuiste y dejaste un rastro de frío y viento.
Intento recordar el verano en tus ojos,
la primavera en tu sonrisa
y el otoño en tu pelo...
pero tu ausencia es un largo invierno,
un invierno eterno.

Te fuiste y dejaste un rastro de frío y viento.
Las ausencias pesan,
duelen, y nos hace eternos.
Las ausencias ríen,
lloran y hasta se hacen cuentos.

Te fuiste y dejaste un rastro de frío y viento.
Y la vida es una estrofa larga,
sin estribillo pero a tempo.
Las ausencias gritan,
cantan y me hablan lento.

Te fuiste y dejaste un rastro de frío y viento.
Sin embargo no estoy triste,
te siento...
el viaje no ha acabado aquí
solo empieza desde otro puerto.

lunes, 12 de enero de 2015

#Redcarpetgoldenglobes

¡Por fin tenemos una alfombra como Dior manda! y por fin una motivación para retomar el blog. Si los Oscar son "la fiesta del cine", los globos de Oro son "la fiesta", así sin mas, gracias a que las botellas de Möet ayudan a sobrellevar 3 horas de gala, este año más aburrida de lo habitual y algunas decepciones. Prometo no decir "la antesala de los Oscar". Ups, ya lo he dicho...
Feliz con el triunfo de "Boyhood", el impulso de Julianne Moore a por el Oscar, la sorpresa de "El Gran Hotel Budapest" y el premio a interpretación y guión para "Birdman", la alfombra roja también nos ha dejado algunas momentazos. Para bien y para mal.

UN SI ROTUNDO


Heidi Klum es como Nieves Álvarez: nadie entiende qué hace en los premios, pero siempre es una gozada verla en la alfombra. Como si de Cate Blanchet en el anuncio de Armani de tratara diría con voz de resaca: "sí a la vida, si al amore, sí a Heidi". Versace en rojo, melena con ondas a lo actriz clásica y tipazo, qué mas se puede pedir.


El 2014 siempre será recordado por el año en que me enamoré de Emma Stone. Y el 2015 parece que será el año de la confirmación. Papeles como el de "Magia a la luz de la luna", secundarios como en "Birdman" y modelazos como este mono de Lanvin son motivos mas que justificados. Elegante, sencilla, adecuada, moderna, chispeante... La adoro.


Felicy Jones, o su estilista, deben pensar eso de que quien no arriesga no gana. A ella el riesgo de ir con un color diferente y un escote peculiar le ha salido muy bien. Destaca, y mucho, con elegancia y glamour. Sí al riesgo.


Algo tienen en común Tom Cruise y Jaime de Marichalar: sus mujeres, cuando se separan, ganan en glamour. Katie Holmes luce espléndida con un color berenjena, que aunque la hace mayor, le sienta maravillosamente bien. Por algo le echamos el ojo ya desde Dawson Crece!


Lupita, que el año pasado se hizo con el puesto de honor en todas las encuestas y en nuestros corazones con esa inolvidable vestido capa rojo tampoco ha decepcionado este año. También es verdad que a ella le hace falta poco, pero la chica sabe sacarse partido y regalarnos estampas tan bellas como ésta. Un lujo verla siempre.


Enamorado me deja este MARAVILLOSO Ralph Lauren minimalista y con cuerpo que luce una rubia que no sé quien es pero que ni falta hace. Es el claro ejemplo de deslumbrar y brillar en una entrega de premios. 

LAS QUE MEJOR NO



He de confesar mi maldad, ya que me hace inmensamente feliz el fracaso de Rosamund Pike con este arriesgado Vera Wang. Un modelo que simplemente no se entiende (y más estando embarazada), como yo el éxito de su película, de la que opino que un cruce entre una copia a Hitchcock y un telefilme de Antena 3.  Lo único positivo es que homenajea perfectamente el título de la película que defiende: "Perdida". 



Estoy completamente seguro de que Jennifer Aniston se dijo "ya que me toman en serio como actriz y me nominan por fin, me voy a disfrazar de Jodie Foster". Pues no cariño, ni la Foster es para imitarla ni estuviste acertada con este vestido soso y antiguo. Al final tu glamour va a ser como tu matrimonio: nunca llega. 


¿Alguien entendió el Valentino de Clare Danes.? Clare, querida, ya me cuesta mucho defenderte en la mayoría de las ocasiones para que ahora me vengas con telas de salón de abuela inglesa... ni el color, ni el estampado, ni el corte te favorecen para nada. Así no.


Indignación. Eso fue lo que sentí al ver anoche a Conchita. Cuando supe que era una de las invitadas pensé que todo sería positivo: la ganadora de Eurovisión en una de las galas mas importantes de EEUU donde nuestro Festival debe ser poco mas que un "Tu cara me suena". Además, en pleno debate en muchos de sus estados por el matrimonio igualitario, invitar a Conchita, defensora de los derechos LGTB en Europa, me parecía mas que significativo. Y va ella, y se presenta con estas pintas. Sobre un corsé de Madonna de hace décadas se me planta y guardapolvo de terciopelo que ni Melanie Griffith... No la quemo porque resucitaría "Like a Phoenix".


Y cuando creíamos que no podríamos superar el error de Rosamund Pike llegó ella, la gran Lana Del Rey, en un camisón de los años 50 y con la cabeza como recién sacada de una falsificación porno de un cuadro de Botticelli. Me dicen que es Yurena y me lo creo. 

 
Incluir a Keira Knightley en esta lista me duele a mi mas que a ella, pero con su fascinación/obsesión por Chanel a veces sobrepasa los límites permisibles. El embarazo no sirve de excusa para disfrazarte de pantalla de lámpara de pie. De la mariposa en la muñeca mejor no hablo, porque mejor se hubiera quedado en el capullo.  


Mira, JLo, que a lo mejor esto con Pit Bull te funciona, pero aquí no, bonita. Primero porque los Globos de Oro no son esas dos bolas que te asoman por el escote por mucho que te lo maquilles, y segundo porque esa túnica Rappeliana solo me valdría si en plena actuación te la abrieras para mostrar un mini vestido de flecos de cristal y te marcaras uno de esos bailes que hasta a mi me ponen "on the floor". No fue asñi, Jenny, y lo sabes, así que suspensa.