sábado, 20 de julio de 2013

La señal

Nervioso por el encuentro, observaba de reojo cada uno de sus movimientos. Buscaba en los gestos de su acompañante una confirmación de que aquello iba bien. Quizá una señal para dar un siguiente paso que su cabeza ya dio hace tiempo. 
Fue a pedir a la barra. Dos Gin tonics, por favor. Al volver vio como su acompañante saludaba a otro chico. Recibió al fin la señal, aunque fuera la temida y no la deseada. Regaló las copas a dos desconocidos y se fue sin despedirse. No había nada que decir. Supo en ese mismo momento que a él nunca lo miraría con aquellos ojos. 

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