domingo, 10 de febrero de 2013

Desierto




"A dónde irán los besos que guardamos que no damos
dónde se va ese abrazo si no llegas nunca a darlo
dónde irán tantas cosas que juramos un verano
bailando con la orquesta prometimos no olvidarnos." 
Victor Manuel  



Esta mañana escribió una carta que nunca enviará. No por falta de valor, sino por todo lo contrario.
Él dejó de sentir la magia. Leerlo lo hizo sentir como un niño al que le niegan la entrada a un Parque de atracciones. Borró su número y sus mensajes para no tener la tentación de hablar(le).
No pensar(le). No buscar(le). No molestar(lo). 
Aún hoy vive con la sensación constante de un grito mudo en la garganta y se pregunta qué ocurre con esos sentimientos que nunca llegará a compartir, con esas palabras que nunca pronunciarán sus labios.
Esta mañana escribió una carta que nunca enviará. No por falta de valor, sino por todo lo contrario.

jueves, 7 de febrero de 2013

Fotografía

Con la cara empapada de lágrimas que aun brotaban sin cesar por sus dos ojos grandes entró en el estudio de fotografía de la esquina. No había nadie. Llamó desesperadamente al fotógrafo, que salió de la trastienda y le pidió le que hiciera un retrato.
- Claro que sí, pero cálmate un poco. No querrás salir así, llorando.
- Precisamente. Quiero que fotografíe usted mis lágrimas.
- Chiquilla, nadie se hace una foto llorando.
- Por eso. Si una foto es un instante de nuestra vida, un momento que queremos recordar para siempre, ¿por qué sólo congelamos sonrisas, la mayoría de ellas falsas? ¿acaso no lloramos, no sufrimos también?. Quiero recordar estas lágrimas, no olvidar este día, este momento ni el motivo por el que lloro. Porque el olvido no es una liberación, sino la condena a volver a caer. 

viernes, 1 de febrero de 2013

Peter Pan

Como un Peter Pan sin sombra, así halló su mirada. 
Curiosa, intensa y pícara. Tres formas de mirar y una sola de sonreír. Esa forma de sonreír...
Como un Peter Pan sin sombra, buscando sueños perdidos y huyendo de algún que otro garfio. El Nunca Jamás vino con besos de cerveza, ron y gominolas. El rastro de hadas los llevó entre abrazos y condiciones a la 101 con una mentira piadosa y varias historias en los bolsillos.
Como un Peter Pan encontró una sombra que no era la suya, con los ojos de niño y el pelo revuelto.
Le gusta su olor y la piel rosada de su cuello.  Tiene ganas de hablar sin saber qué decir y se pregunta en qué piensa cuando lo mira. Tiene ganas de abrazarlo con mas nervios que prisas y espera volver a verlo. Sin mas armas que el gesto y el cariño.... como un Peter Pan sin sombra.