viernes, 15 de enero de 2010

Corazón de espinas

Señores, tras meses en los que he intentado desenganchar del desgaste producido por la intensidad con la que lo viví el año pasado y la decepción/impotencia por el comportamiento de RTVE con el festival, he de anunciar algo importante: la “eurovisionmanía” me ha vuelto!! Así que este blog desplega velas y parte rumbo a Oslo. Es evidente que la razón por la que parte este barco festivalero es el inicio de nuestra preselección, que este año promete aún más que al año pasado, y si no al tiempo.

Desde hace tiempo tengo el pálpito de que este año el Festival tendrá cierto aire “vintage”. Al ver el logo elegido por los noruegos (esas bolas blancas y rosas que simbolizan el mensaje que quieren transmitir a todos los europeos, “Comparte el momento”, con cierto aire retro) ese pálpito se hizo más fuerte. Y ya no me queda ninguna duda al intuir por las preselecciones que en este año predominarán las baladas y los aires ochenteros (véase el tema de Suiza). La posible vuelta de la orquesta (algo de lo que me alegro muchísimo) y la consagración del voto del jurado son otros datos a tener en cuenta ante la sensación de que tendemos a un festival “de los de toda la vida”.

Quiero centrarme hoy en nuestra preselección, ya que tras escuchar hoy los temas de Coral, Anabel Conde y Ainhoa (que se suman a los escuchados estos días como Venus, Samuel y Patricia, Bizarre, Lorena, Daniel Diges, Blas Cantó, etc.) creo que las cosas empiezan a ponerse interesantes para los eurofans españoles. Empezamos a vernos ilusionados, imaginamos puestas en escena y grandes voces en la cita musical más importante de Europa e incluso habrá quienes creerán que este puede ser el año de España. Siento desilusionaros, amigos: este año España tampoco ganará Eurovisión, pero lo de hacer un buen papel aún está en nuestras manos. A ver qué sorpresas nos deparará la votación que se inicia el lunes, ya que de RTVE no me fío nada (creo que con motivos). Este año ya han filtrado una de las canciones (la de Anabel Conde, que incluyeron en su web por error) y aún no sabemos si Karmele, testigo directo del frikismo de Chikilicuatre será incluída entre las seleccionadas, así que empiezan bien jejeje. Una cosa me queda clara ya al escuchar algunos candidatos: es el año de las espinas clavadas. Me explico: los seguidores del festival sabemos que no hay nada peor que un/a artista que se quede con una espinita clavada. Ser una de las favoritas para representar a tu país y quedarte en casita, o conseguir ir y quedarte cerca del triunfo es algo que muy pocos superan y muchos son los ejemplos que a lo largo de la historia nos demuestran que es un lastre del que no se reponen nunca. Ahí tenemos el ejemplo de Dima Bilan, que no se conformó con un segundo puesto y tuvo que volver, con megacampaña incluída para conseguir llevarse el festival a Rusia para regocijo de los espectadores porque hicieron un espectáculo impresionante. O Chiara, que tras quedar en los primeros de la tabla sigue intentando llevarse el gato al agua con su imponente voz, aunque el año pasado pasara más bien desapercibida. Maria Haukaas vuelve a intentarlo este año por Noruega, tras ser una de las mejores intérpretes del 2008 (hay quien dice que estará en Oslo sí o sí, como representante del país anfitrión con una balada que me gusta muchísimo o como presentadora del evento, no sé yo qué es mejor...). Y Kate Ryan, una de las mayores injusticias de los últimos años, que amenaza con volver y ¡ojo! porque Soraya parece dispuesta a ayudarla en esta particular “vendetta” con el público europeo. Hay que destacar al grupo Alcazar, que año tras año se presenta al Melodi con la intención de asistir al festival y, pese a que suelen partir como favoritos, sobre todo entre los eurofans, siempre se quedan a las puertas.

Es nuestro país también tenemos a nuestros “artistas-espina”. Roel y Rebeca quieren ir sí o sí, ya sea como intérpretes o como autores (espero que nunca suceda, aunque Rebeca lo consiguió como autora del “I love you mi vida” de Nash que nunca entendí y este año dicen que vuelve aunque aún no haya señal de vida; y Roel ya está presente como autor de la canción de Javier Mota, que no está mal del todo, la verdad). O Mirela, que tras su paso por “Misión eurovisión” (programa que en mi opinión hizo mucho daño en este sentido), lo ha intentado un par de veces, sin éxito. Este año Mirela ha decidido no presentar candidatura, pero sí lo ha hecho su compañera de programa Yanira Figueroa, que desperdicia su talento en una canción que más vale olvidar pronto.

Larga es la lista de artistas que por un motivo o por otro se empeñan el alcanzar el sueño eurovisivo, pero este año hay que destacar tres, porque creo que son las que lo hacen con más fuerza, con más ganas y, por qué no decirlo, con más posibilidades: Coral, Anabel Conde y Ainhoa. Tres artistas que estuvieron a punto de conseguir su sueño de ser “divas eurovisivas”, hasta que fueron eclipsadas (injustamente o no) por otros artistas.

En el caso de Coral fue una verdadera vergüenza que el innombrable de Chikilicuatre le arrebatara su sueño de representarnos con el estupendo “Todo está en su mente” (aunque ese año yo estaba con La Casa Azul, hubiera sido una representación estupenda). Este año Coral vuelve, y con más fuerza si cabe, ya que a día de hoy creo que es la candidatura con más enteros para estar en Oslo. Hay que verla en directo y esperar a escuchar el resto de candidatos, pero a día de hoy es la única que al imaginarla en Eurovisión me pone los vellos de punta.


Anabel tiene una cuenta pendiente con el festival. O el festival con ella. Favorita de la prensa especializada y de todos los asistentes (gran ovación en Dublín y el público en su puño con esa voz) tuvieron que venir “Secret Garden” y su mágico “Nocturne” para dejarla en un segundo lugar. Y pese a ser la mejor posición de España en los últimos años, Anabel ha caído en el olvido y ha sido injustamente tratada en numerosas ocasiones. Anabel vuelve en plena forma, con un baladón a su medida que esperamos esté en la final para ver las posibilidades que puede tener esta gran artista. Muero por verla en directo, puede dejarnos a todos con la boca abierta.


Ainhoa era la trinfadora de la tercera edición de OT y a priori la que tenía todas las papeletas para ir al festival (lo vimos claro con su increíble versión de “Sobreviviré” en una de las galas, cuando nuestro representante aún salía de la Academia musical más famosa del país). Pero unas rastas y un tema más que pegadizo, “Dime”, se cruzó por su camino y dejaron a Ainhoa en casita. Me sorprende que quiera volver, creía que si carrera musical no iba por este camino (a saber las razones), pero lo hace y con tema peculiar. Pero lo raro también tiene su rollo, no?


Veo más espinitas clavadas en Lorena, Mimi o Daniel Diges, aunque más profundas. Pero de ello y de sus candidaturas hablaremos otro día.