miércoles, 16 de septiembre de 2009

Returns

Las primeras nubes y las primeras aguas de septiembre sobre nuestros tejados (lo cual me recuerda también que tengo que hablar de María Villalón y su maravillosa canción) traen siempre consigo la sensación de comenzar un nuevo curso en este ciclo vital. Sensación que a veces es real, pues algo nuevo comienza, y a veces es puro espejismo, pues las cosas se quedan como están, simplemente que acontecen alrededor de una manga larga. Sea como sea, para muchos atrás quedó ya el verano (aunque aún coleen días playeros, bermudas y ganas de callejeo), así que un servidor ha decidido dejar de preocuparme por el bronceado y los gintonics y retomar la actividad internauta. Comienza lo verdaderamente importante: ¡¡hay modelitos que comentar!! Ja, ja, ja.
Algo así como un “click” sonó en mi cabeza cuando ese descarado Jorge Javier Vázquez (sí, lo confieso, de vez en cuando veo “Sálvame” porque soy admirado confeso e incondicional de Mila Ximénez) pedía el Ondas para todo su equipo, por ser el programa revelación del año. Razón no le falta si nos fijamos en las audiencias, aunque me temo que lejos está J.J. y su circo ambulante de recoger elogios, más bien todo lo contrario, y ese es precisamente parte del motivo de su éxito. El caso es que ciertamente comienza la cuenta atrás para los mejores momentos del año: los premios y, con ellos, las alfombras rojas. Y, seamos sinceros, todos lo saben y la maquinaria del “chou bisnes” trabaja de cara a ellos. Ya hay quinielas para los Oscar (como lo oís, ya hay películas que parten como favoritas aún antes de estrenarse) y hoy mismo nuestra Academia ha elegido a las tres películas elegidas para optar como candidata a “Mejor película de habla no inglesa” representando a nuestro país (sorprendentemente Almodóvar no está entre las finalistas, lo cual me indigna, ya que ahora no sólo los abrazos serán los rotos, sino también cualquier posibilidad de optar de nuevo por la estatuilla, pero ese es otro tema); los Ondas (con “Sálvame” o si él) se darán a conocer el mes que viene; nuestros directores sacan sus armas para entrar en el plazo de los Goya (Coixet, Amenábar, Trueba, Sánchez Arévalo...) y los Emmy, a la vuelta de la esquina, ya tienen nominados y un largo etcétera de galas que decorarán nuestra temporada otoño-invierno como si de bolas de nieve se tratara. Así que todos los “photocall” preparados y las alfombras a punto.
Los primeros en estos de los premios, cómo no, son los americanos, que a ellos les gusta una fiesta y una gala más que a un tonto un lápiz. Así que ya hemos visto las imágenes de los “MTV Video Music Awards”, osea, la gala donde la más conocida cadena de música del planeta premia a los mejores videos musicales del año. Esto de los premios MTV es un lío en el que nunca me aclaro, la verdad, entre los MTV Awards, los MTV Latinos, los MTV Europe, los MTV Films Awards... ¡¿pero cuántos premios dan estos?! ¡¿Y quién tuvo la idea de que la estatuilla fuera ese horrendo astronauta al que llaman “Moonmen”?! ¿Dónde se pondrá eso...? El caso es que el pasdo domingo en Nueva York se celebró una fiestuki por todo lo alto. Normalmente paso de los MTV, sinceramente, y más de una sub-gala dedicada exclusivamente a los vídeos, ¡¡pero es que este año han pasado una de cosas...!! y claro, no me he resistido a hablar de ello. Además, ¿qué mejor manera de quitar el cartel de “Cerrado por Vacaciones” de mi Blog?

Empecemos por el principio, porque la gala estuvo llena de jugosas sorpresas. El primer shock (¡uy, shock!) nos lo llevamos ya en la alfombra roja cuando descubrimos que Shakira, mi adorada colombiana de voz gutural que este año ostenta el honor de sacar la canción más fea del año, y Pink, la chica que puso a parir a su ex-marido con un single y luego se presenta de su brazo como si nada (al menos el tema es bueno) ¡¡llevaban el mismo modelito!! Esa es una de las situaciones en las que una mujer se ríe mientras no para de pensar “tierra trágame” o “pero a mi me queda mejor, qué se habrá creído ésta”. Las chicas, todo hay que decirlo, lo llevaron bastante bien y hasta posaron juntas demostrando ese sentido del humor tan natural... sobre todo cuando hablamos de una estrella rodeada de fotógrafos en uno de los eventos del año. Algún estilista se llevaría una buena bronca seguro. Al menos no las aconsejaron igual en el peinado (afortunadamente para ella, pensará Shakira, aunque el modelito le queda infinitamente mejor a Pink).

A estas alturas nadie duda de Beyoncé es la mujer del año (como así la han elegido numerosas publicaciones). Ella lo hace todo (menos privarse de bollos), y lo peor es que bien. Este año ha tenido un taquillazo U.S.A., en el papel de una inocente esposa que defiende con uñas y dientes lo que es suyo (osea, su marido), un disco con nombre propio (su verdadero nombre para más señas) que se convirtió en éxito de ventas a los pocos días de salir al mercado y que además es doble, porque tenía muchas cosas que contar la mujer y en estos tiempos de crisis se agradece eso del 2x1. El disco nos trajo también un video que lideró la primera semana la lista de los más descargados en Youtube y que ha dado la vuelta al mundo dejando a todos boquiabiertos con esa forma de moverse de la que sólo ella es capaz. Ahora ha sido elegido como el mejor del año (y porque no habrán visto su versión doblada de “Paco, Paco” que sino se quedan muertos). La elección no puede ser más acertada. Un video aparentemente sencillo con una coreografía impecable y una elegante y maravillosa realización. No se puede pedir más. Fue Beyoncé, por lo tanto, la protagonista de la noche, junto a Lady Gaga, ya que ambas consiguieron tres de los galardones a los que estaban nominadas. Pero de Lady Gaga hablaremos luego, que ella es un caso aparte. Beyoncé, además, se ganó a los asistentes con un gesto que la honra. ¡Encima es buena compañera la tía! Con lo leona que parece, pues es todo corazón. La historia es la siguiente: la bellísima Taylor Swift, quien a sus 19 años acudía a la gala en un carruaje y con un vestido de pedrería de corte clásico (precioso, pero la hace mayor para mi gusto) como si viviera su particular cuento de hadas, ganó el Moonman al mejor vídeo femenino por You belong with me. Al recoger su galardón un rapero impresentable llamado Kanye West interrumpió su discurso de agradecimiento para decirle que el premio lo merecía más Beyoncé, lo que le reportaba abucheos desde el auditorio ante la mirada estupefacta de la estrella mencionada. Cuando una elegantísima -en todos los sentidos- Beyoncé subió al escenario a recoger uno de sus premios hizo que Swift la acompañara y le cedió el turno para que pudiera completar sus agradecimientos y le cedió la palabra diciendo: "Recuerdo cuando tenía 17 años, subí para recoger mi primer premio MTV con Destiny's Child y fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida. Así que me gustaría que viniera Taylor y que tuviera su momento", recordó. ¿Resultado? 2 minutos de aplausos y una Beyoncé que ya no sólo estará en los iPods de todo el mundo, sino en todos nuestros corazones. !Eso es ser una diva!

Por cierto, que lucía un Cavalli estupendo que, vale, a ella con esas curvas no le sienta demasiado bien, pero ella es así de excesiva y la verdad es que me gusta. Mejor, eso sí, estuvo durante su actuación, donde sacó todas sus armas con ese bañador-malla de lujo. ¡¡Me presento yo en Huelin de esa guisa y no veas la que lío!!

No fue el único momento emocionante de la gala, ya que ésta comenzó con un homenaje a Mickael Jackson con la inesperada presencia de Madonna. La Reina viejuna dedicó unas sentidas palabras (lloró y todo) a su amigo, recordando lo paralelas que habían sido sus vidas y declarando haberse sentido “abandona” tras la muerte de su amigo. Todo ello con un peinadito que la hacía mayor (si se puede ser mayor de lo que ya es) y un aire a lo “Kennedy”, ¿o sólo a mí me lo parece? Tras ella, su hermana Janet (la de Mickael, no de Madonna que ella sólo saca a su hija cejijunta) bailó con el Rey del Pop (presente en la mega pantalla) la canción que cantaron a dúo. Milagros de la técnica. ¡Y de los coreógrafos, porque los pasos encaban a la perfección!

¿Modelitos a destacar? Me gustó mucho Leighton Meester (la estupenda Blair de “Gossip Girl” que ahora es también cantante). Ella es tan mona, que se ponga lo que se ponga, y aunque vaya como recién salida de la ducha y sin peinar. A mi me gusta, ¡y punto!

El impresentable de Kane West (el que le cortó el discurso a Taylor) vino con su mujer, de la que no sabemos el nombre y no pretenmos averiguarlo en la vida. Ella no sólo es una víbora (no podría ser de otra manera para estar con este tipo), sino que además se viste de ello. No se puede ser más ordinaria, la pobre. Ojito al detalle de la botella que lleva él en la mano. Es un tío guay, ¿eh?

También asistió Alicia Keys y, como nos tiene acostumbrados, iba monísima. Un vestido corto negro, con círculos en plata y unas sandalias de tacón de vértigo a juego la convirtieron en una de las sensaciones de la noche. No me extraña que algunas veces se cuele entre las más elegantes, siempre discreta, pero perfecta.

La que no va discreta ni en sus mejores sueños es Solange Knowles, la hermanísima. Será cosa de familia, que son algo así como los Gil pero en americano, pero a su hermana se lo toleramos, a ella no. Reconozco cierta animadversión por las “hermanas de...”. No puedo con Solange como no puedo con Dannii Minogue (hermana de Kylie), ni con Jamie Lynn Spears (hermana de Britney), ni siquiera con Mónica Cruz (hermana de Pe). Pienso que son una especie de satélites que con un talento mucho más limitado viven del polvo de estrella que desprenden sus famosas hermanitas. Un chollo, vamos. El caso es que Solange lleva un vestidito negro con volantes por el escote, unos pendientazos y un rosa en los labios (ojo a las uñas del mismo tono) que produce un “efecto estornudo”: no puedes evitar cerrar los ojos cuando llega. Le pones una diadema y una banda y pasaría por la reina de la “Peña El Sombrero”. Un horror, vamos.

Yo creo que Cacho Perri.. .ups, perdón, Katy Perry ve Eurovisión. Primero veo en su concierto que saca hinchables (visto en el festival de hace unos años en el que es cierto que hemos visto de todo, pero se siente, allí fue primero) y ahora resulta que el domingo iba de la versión plateada de Soraya. El modelito es igualico, es Barbie Patinadora versión morena. Lo que me mosquea es que en todas las fotos sale más seria de lo habitual, ¡con lo show que es ella! ¿Qué te pasa, Perry? Igual estaba un poco eclipsada. O intimidada, porque fue Lady Gaga la verdadera sensación de la noche.


Lady Gaga

Y digo bien, sensación, porque a uno le entra de todo por el cuerpo cuando aparece ella. Por esto bien merece un capítulo aparte. Digo yo que la muchcacha vendría con un baúl, porque hasta cinco modelitos llegó a lucir durante la gala, sin contar el de su actuación. Eso es cuidar tu estilismo y lo demás es tontería.

Su llegada fue, como no, la más exhuberante. Se presentó enfundada en un diseño de Jean Paul Goltier, casi oculta por lo que parece una máscara veneciana (qué manía tiene con ponerse cosas en la cabeza!) y un indescriptible sombrero. Hay que decir, aunque no aparezca en la foto, que iba acompañada por la Rana Gustavo, dejando una vez claro su manifiesta pasión por los Teleñecos, a los que incluso ha usado para hacerse algún que otro traje.

El siguiente modelo se lo vimos al recoger uno de los tres premios en los que resultó vencedora. Miedo miedo da la chica. Totalmente envuelta en lo que parece una mantilla de chantilly roja con tocado-corona forrado de la misma tela. A mi me recuerda a una reina de Corazones versión gore. Me encanta.

El tercer modelo es más normal (dentro de los parámetros de la normalidad de Lady Gaga). La veo hasta guapa, que tratándose de ella ¡es todo un avance! Un top acolchado en gris plateado que la convertía en una especie de heroína de la anti-moda. Que bonito que lo hortera tenga una super-heroína, ¿no?

Lo del modelito blanco no tiene nombre. El vestidito, si os fijáis, es mono. Pero ella lo acompañó de una multitud de accesorios a cada cual más extravagante. Primero ese tocado a lo Minnie Mouse, que no se sabe muy bien si sólo es para adornar o para bordar en los momentos de aburrimiento. Y después, durante la gala, lució unas plumas alrededor del rostro, con las que parecía una versión “deluxe” de Papá Noël. ¡El miedo que debió pasar Beyoncé durante toda la noche, que la tenía justo detrás! Ains, qué hacemos con ella...

Su último golpe de efecto lo dió durante su actuación, durante la cual lució otro extravagante modelo del que salía chorros de sangre mientras ella cantaba y bailaba al ritmo de “Papparazzi”. Canción que terminó colgada de una cuerda con el ruido de los flashes de fondo. Todo un numerazo con un mensaje claro y directo. Me encanta ella. Creo que el Pop tiene nueva Reina y que a pesar de la exageración extrema de su indumentaria se ha convertido en la verdadera marcadora de tendencia en esta nueva era de las divas de la música.