viernes, 29 de mayo de 2009

Las voces de Penélope


Tres mujeres: Penélope, La Mujer que Espera y La amiga de Penélope. Dos ciudades: Ítaca y cualquier ciudad. Dos tiempos: ayer y hoy. Y una historia común: esperar.

A Penélope la conocemos por Homero y “La Odisea”: la esposa de Ulises, madre de Telémaco, que mantuvo el palacio de Ítaca en los tiempos de ausencia tejiendo de día y destejiendo de noche. Pero, ¿cómo fue ese tiempo? ¿Cómo convivió con la soledad, un hijo sin padre y unos pretendientes ambiciosos de poder y riquezas? ¿No renegó nunca de su esposo? ¿La conocemos realmente?

Al otro lado de la ficción, en el aquí y el ahora, dos mujeres habitan la experiencia de la espera. Esperan entre teléfonos que no suenan, días de euforia y shopping y otros de tristeza y alcohol.

Todas esperan, viven y aprenden, entre el amor, la ironía, el humor, el desamor... y la esperanza final de sentirse vivas descubriéndose a sí mismas. Ulises viajó; ellas, también.

«La espera es una forma de resistencia. Es un acto silencioso de reafirmación. En lo que somos, en lo que sentimos, en lo que esperamos. El tiempo no es un enemigo: es un compañero de viaje.»


Ayer tuve el placer de asistir a las prácticas de dirección de Sonia, una amiga de Anita que elegía esta obra de Itziar Pascual para una de sus prácticas de final de curso. Sonia (de la que siento no conocer su apellido porque será una gran directora) ama este texto, lo ha sentido como suyo y en su propuesta lo compartió con todos nosotros de una manera elegante y concisa. Su visión de la obra no es ni más ni menos que la que el texto necesita. La única opción. Ha sabido interpretar a la perfección todo lo que el texto nos propone en ese juego de mujeres, tiempos, anacronismos y palabras que encierran una misma sensación: la soledad del que espera. Con la ayuda de unas estupendas actrices, comprometidas y valientes (cuando dejen atrás algunas “muletillas” de esas que todos arrastramos serán muy muy buenas) y de una banda sonora compuesta por temas cantados por las mejores voces de este país (dejando los dichosos fallos de sonio aparte) Sonia teje ella misma un viaje en blanco y azul (el color de la espera) al interior de estas mujeres que son algo más que minutos vacíos y horas de espera.

5 comentarios:

ANA dijo...

Gracias por comentar la obra...
La directora es Sonia Cano y realmente ha sabido de forma elegante, concisa y magistral, aportar a la obra un equilibrio que a mí, que ya sabes que soy pura emoción, ha sabido emocionarme en el momento preciso (insuperable la escena de los zapatos, con un guiño de la propia directora, que prestaba sus converse azules, compradas entre risas en Tánger), hacerme reír, con las exageradas muecas y las inevitables muletillas de otra de las protagonistas desdichadas... y hacerme soñar con una Ítaca imaginada en azul (porque para mí siempre será desde ayer el color de la espera)

Cotilla Cósmica dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cotilla Cósmica dijo...

Pues yo me siento muy identificada con este asunto de la espera... cada vez que intento meter mano en mi vida, todo sale regular... lo mio es esperar a verlas venir, esperar el trabajo ideal, el novio perfecto... no tengo que mover un dedo en esta busqueda, tengo que esperar a que llegue, y la verdad que por ahora no me ha ido mal...
Asi es mi vida... AZUL, y mira que a mi el que me gusta es el verde jajaja.

Beso, Bello!!

eurovisionlog dijo...

muchas gracias por pasarte por mi nuevo blog ^^

un saludo

Manu dijo...

muy chulo, sin duda