miércoles, 25 de febrero de 2009


Cuentan las que han pasado la maravillosa experiencia de desfilar por la alfombra roja más famosa del planeta que los preparativos se parecen mucho a los del día de tu boda. Eliges el vestido con meses de antelación (a veces varios de ellos, por lo que pueda pasar en último momento, sino que se lo cuenten a nuestra Pe y sus problemas con la cremallera), las joyas que vas a lucir (la mayoría las presta Chopard, la debilidad joyera de Hollywood), el peinado, el maquillaje… El día de la ceremonia comienzan muy temprano, con los nervios a flor de piel, no hay que olvidar que tu imagen dará la vuelta al mundo. La ceremonia comienza por la tarde, aún con el sol sobre las colinas más famosas del planeta. Y no hay que olvidar que la procesión de estrellas es larga y el recorrido por la alfombra puede durar perfectamente una hora (es todo un evento por sí mismo, independientemente de la gala). Así que sobre mediodía han de estar bien acicaladas. Supongo, además, que para este momento tan especial la mayoría de ellas estarán rodeadas por sus amigos o familiares más próximos y por un grupo de estilistas (peluqueros, maquilladores…). Y con tanto tiempo, tendrán oportunidad de mirarse al espejo, digo yo. Pues parece que algunas o bien no se rodean de la gente adecuada o no tienen suficientes espejos en sus casas, porque eligen un estilismo para decirles eso de “nena, mejor no”. A ellas va dedicado el post de hoy.



Amy Adams
Dio su gran salto con “encantada” y este año sorprende con su fantástico papel de monja inocente en “La Duda”, junto a Meryl Streep. Es guapa, una de las estrellas emergentes de la industria, con una cabellera pelirroja envidiable. Sin embargo, se equivocó rotundamente en la elección del vestido. Este modelo de Carolina Herrera no le favorece para nada, con ese extraño velo saliendo del escote. Nena, te pasaremos el teléfono de Belén Rueda, que ella sí que sabe elegir las mejores piezas de la diseñadora venezolana, porque esta desde luego no lo es.



Beyoncé
Este es, sin lugar a dudas, el espanto de la noche. Un horripilante diseño de corte de sirena (que aunque esté de moda no sé porque se lo pone todo el mundo, aún sentándole fatal) en negro, con estampados en dorado. Vamos a ver, ¡¿la tela del estampado de dónde diablos la ha sacado?! Igual para forrar algún cojín y dar un roque kitch al salón podría estar bien, pero desde luego para un vestido NO. Con lo estupenda que lució después en su brillante actuación… (ver vídeo del post anterior).



Miley Circus
Mi favorita de esta edición es Miley Cirus. Fue una de las primeras celebridades en llegar al evento (y de hacer el ridículo) con un vestido que parece que ella pensaba que estaba sacado de un cuento de hadas con un diseño de pétalos en la falda y un escote de corazón. La muchacha, que son sus primeros Oscars y quiso impresionar, pero con tan mal gusto… Para empezar no es un modelo para una chica de 16 años. Y después, en lugar de pétalos ¡eso parecen conchas! Vamos, que me dicen que el vestido es un regalo de la Xunta de Galicia y me lo creo, vamos. Cariño, pero no lo tires, que igual para Carnaval…



Viola Davis
Tan breve como impresionante es su trabajo en “La Duda” y por ello estaba nominada esa noche. Su actuación es intachable (yo se lo hubiera dado a ella), pero su gusto no tanto. Evidentemente la elección del color del vestido debe estar condicionada por tu tono de piel. El dorado ya es hortera ya de por sí (además la tela parece un telón de club de carretera), pero si además eres de color, pues no resulta la mejor elección. Creía que eso quedó más que claro cuando vimos a Jennifer Hudson hace un par de años (oscarizada por “Dreamgirls”), pero parece que no todas tomaron nota. A ver si tomamos otras referencias, como Halle Berry, que ella sí que elije bien su estilismo.



Sofía Loren
No voy a hacer mucha sangre con esta señora, mito y leyenda viva. Está estupenda a sus ochenta y muchos años, pero ha de asumir que a esas edades hay cosas que una ya no debe ponerse. El escote, pues demasiado exagerado para ser elegante, los brazos es mejor no enseñarlos porque a ciertas edades las carnes cuelgan, es normal, pero eligir unos guantes-manga para disimularlo es un pegote que no hace más que acentuar el defecto. ¿Y esos volantes? ¡Si parece que va a cantar con Las Carlotas! ¡Qué comparación con Meryl Streep! estupenda como siempre con un traje muy bien elegido y que adapta perfectamente a su estilo, a su edad y a su físico.

En fin, será que el glamour no está al alcance de todos…

Bueno, pues ya han pasado los Oscars. Penélope, que al día siguiente asistió sin ningún atisbo de resaca al show de Oprah Winfrey dice que aún no se lo cree. Algunos tampoco se lo creen, nena, pero el calvo dorado es tuyo y has hecho historia. La ceremonia ha sido todo un éxito. La productora y la cadena decidieron que tenían que hacer algo para aumentar la audiencia (que había bajado considerablemente estos últimos años y después de un año de huelga de guionistas y en plena crisis, todo podía pasar) y hacer todo un espectáculo, más televisivo, al estilo de los Emmy (a ver si vamos aprendiendo y no es que copiemos a los americanos, es tener sentido del “show Business”). Para ello contaron con Hugh Jackman como maestro de ceremonias, que aunque poca gente lo sabe, además de ser Lobezno y “el hombre más sexy del planeta” según las encuestas es todo un showman y un excelente actor de musicales, en los que empezó su carrera. El resultado ha sido inmejorable: una de las mejores galas que se recuerdan desde Billy Cristal, con la mejor audiencia de la última década y todo un espectáculo para los sentidos. Un escenario enmarcado por una cortina de cristales Swarovski daban aún más brillo si cabe a las estrellas que se pasearon por el escenario del incombustible Kodak Theatre, remodelado para la ocasión, entre premios, sketchs y números musicales (no os perdáis el homenaje a los musicales que Jackman hace con Beyoncé, os lo dejo a continuación, es espectacular).


Personalmente saco varias conclusiones de esta edición de los Oscars, que aunque no lo parezca uno es muy reflexivo y de todo hay que sacar algo:
1. Que Hugh Jackman no es el hombre del momento, es EL HOMBRE, a secas je je.
2. Que Mickey Rourke se quedara sorprendentemente sin premio sirvió para que Sean Penn tuviera la ocasión de reivindicar el matrimonio homosexual y poner el punto que faltaba a la gala. ¿Y es cosa mia, o Rourke cada vez se parece más a Carmen de Mairena?
3. Que Beyoncé es la estrella de la Academia por excelencia, ¡cuentan con ella todos los años! Pero es que lo hace tan bien…
4. Que Hollywood adora a nuestra Pe. Todos los españoles que pueden contarlo de primera mano (amigos, familiares, periodistas…) coinciden en que es la chica del momento, querida por todos. Todas las estrellas la besan, la saludan y se alegran de cada uno de sus éxitos. ¡Hasta Kate Winslet (su eterna rival este año en casi todos los premios) lloró cuando Penélope se alzaba con la estatuilla! Qué tendrá Penélope que todo el mundo la adora.
5. Que Viola Davis se merecía el premio más que Penélope. Esta mujer, con tan sólo 7 minutos en “Doubt” (La Duda) logra una de las interpretaciones del año. ¿Pero quién ha dicho que los Oscars son sólo unos premios de interpretación?
6. ¡¡Que hay que ir al cine corriendo a ver “Slumdog Millionaire”!! Era previsible que arrasara, es la película revelación de la temporada y se lo ha llevado todo. Me da pena por “El curioso caso de Benjamin Button”, una película excepcional, maravillosa, que de no compartir edición con la película inglesa hubiera arrasado.
7. Que la madre de Penélope necesita implantes. Al abrazar a su hija se le vio unos huecos extraños en su dentadura… eso está mu feo en los Oscar, cariño.

Pero bueno, me estoy enrollando más de la cuenta y el lugar de un post esto va camino de convertirse en toda una biblia y después se me quejan mis lectores (que son tres jajaja). Vamos a lo que nos interesa realmente, porque además del mayor acontecimiento cinematográfico del año sabemos que los Oscar también es una pasarela de moda y de glamour. Quizá la mejor del mundo, por su repercusión. En general, parecen que todas las estrellas del celuloide se pusieron de acuerdo para transmitir una misma idea: estamos en crisis. Menos joyas, creaciones mucho menos arriesgadas que en anteriores ocasiones y poca variedad cromática (los distintos blancos y colores claros predominaron sobre otros colores). Hasta en las mangas parecen que han decidido ahorrar, ya que fue el “palabra de honor” el escote más repetido de la noche. Vayamos pues a hacer el repaso de la alfombra roja:


Penélope Cruz
Pese a quien pese (cuántas veces más tendré que utilizar esta expresión hablando de ella) nuestra Pe fue, de nuevo, la que más brilló en la gala. Mucho se ha hablado sobre el diseño y diseñador que escogería en esta ocasión tras deslumbrar al mundo entero con el Versace de hace dos años, con el asistió por vez primera como nominada por “Volver”. Apuestas, comentarios, opciones… pero nadie acertó, ni se acercó de lejos, ya que el espectacular vestido que Pe ha escogido para recoger la estatuilla ha sido de Balmain.
Se trata de una creación que la actriz había visto hace ocho años en una tienda y siempre soñó poder lucirlo. Sabía en el fondo que esta iba a ser su noche y decidió que era su oportunidad. Volvió a la tienda y ahí estaba, esperándola, para convertirla en toda una princesa del cine. Un modelo vintage de Alta Costura de Pierre Balmain de hace 60 años, de strapless, escote palabra de honor e cargado de incrustaciones de pedrería en blanco roto, vamos una delicia. Un vestido atemporal, eterno, con el que veremos las fotos dentro de 20 años y nos seguirá pareciendo maravilloso y con el que Pe, nuestra chica de Alcobendas, puso la nota de glamour y estilo a la alfombra roja.
Y no digo nada del Versace que lució después en la fiesta de Vanity Fair, con raja hasta la cintura. Junto a Jessica Biel, fueron las únicas que cambiaron el modelo para asistir a la fiesta. Ella puede.

Natalie Portman
Para mí, de las mejores de la noche. Porque arriesgó y ganó (es atrevido ir de este rosa, a esto sólo le gana Heidi Klum, que repitió con el rojo). Natalie Portman hizo su aparición en el evento con un modelo rosa de Rodarte con el lucía belleza como pocas pueden hacerlo. ¿Para cuando una tragedia griega protagonizada por ella? Cada vez que la veo de gala me viene a la cabeza.

Anne Hathaway
Además de ser la nueva novia de América (a los americanos les encanta estos apodos) este año obtuvo el reconocimiento de la industria por su papel en “La boda de Rachel”. Es de las actrices que siempre destaca en los eventos a los que asiste (está muy bien aconsejada) y en el más especial de los eventos no podía dejar pasar la oportunidad de ser una de las estrellas más relucientes. Literalmente. Este modelo de Armani Privée es una joya. Quizá por el tono de su piel yo hubiera elegido para ella un color algo más vivo, pero el blanco es acierto seguro y el traje es espectacular.

Marisa Tomei
Como ya os he contado el blanco fue el color más recurrente en los modelos en diferentes tonalidades. También lo escogió Marisa Tomei, en un tono más grisáceo, en este fantástico modelo de Versace Atelier con cola de sirena y cortes asimétricos. La única capaz de poner en peligro el Oscar de Pe según las encuestas lucía como en sus mejores momentos (como cuando recogió ese Oscar que ganó por error, ya que según los rumores en realidad no le pertenecía y se debió a una confusión del presentador jeje). Sea como sea la actriz, además de escoger últimamente muy bien sus trabajos, escogió muy bien el modelito, es uno de los más bonitos no sólo de esa noche, sino del año.

Kate Winslet
La otra gran protagonista de la noche. Que es actriz y buena se notó cuando puso la cara de sorprendida al escuchar su nombre para recoger la estatuilla. Nena, no disimules, ¡si estaba cantado y ya le tenías el hueco hecho en la estantería! La cosa es que esta chica cada vez me cae mejor, seporta muy bien con nuestra Pe y, a juzgar por sus mutuas felicitaciones y lágrimas de emoción, parece que incluso amigas. Este año Kate está fantástica, es su año y lo sabe, lo está aprovechando, mucho más delgada y más elegante. Personalmente me parece que no se saca todo el partido que podría y que siempre se echa unos cuantos años encima, pero su estilo es ese, sobrio y elegante. Nadie puede discutir que su modelo era muy adecuado para la velada, un diseño de Yves Saint Laurent en gris degradado y negro con un detalle en el lateral que he oído por ahí que “da la impresión de continuidad en una cascada de hojas”, ¡para mí eso es un trozo de mantilla! De cualquier modo, es un traje muy elegante.

Freida Pinto
Pues también sabíamos que “Slumdog Millionaire” sería el título más repetido en el show. Y una de sus protagonistas, Freida Pinto, la nueva chica de Hollywood y de Bollywood, se presentó enfundada en un modelo azul intenso de John Galliano. El modelo de un solo brazo con un detalle de encaje es precioso y hace que la tez aceitunada de la Pinto brille aún más. Un estilo que le va perfectamente, sabia elección.

Sarah Jessica Parker
También desfiló por la alfombra roja Sarah Jessica Parker. Ella, que sufre una mutación con su personaje de “Sexo en Nueva York” (ya no se sabe quién es quién) escogió un vestido de Christian Dior Couture para mostrar que ella sigue marcando tendencia. El peinado no es el que mejor le queda, pero la incluyo en mi lista, por innovar y mostrar la sofisticación de la mujer neoyorkina, como la inolvidable Carrie.


Jessica Biel
Guapa es un rato, y con este modelón de Prada de corte clásico parece una de las estrellas del Hollywood de los años 40. Un modelo muy apropiado para una gala donde al fin y al cabo se homenajea al cine. Para la fiesta posterior, también cambió el modelito, y la verdad es que elegir por uno de los dos es difícil, la combinación de oro y morado es estupenda.

lunes, 23 de febrero de 2009

“Al César lo que es del César”

Es cierto que se han notado mejoras en esta segunda gala de semifinales: un ritmo más ágil que dejó la duración de la gala a la mitad más o menos (lo que se traducía en una Alaska más encorsetada, más incómoda y más pendiente del pinganillo), mejor sonido, mejor iluminación, el escenario algo más grande (han quitado las estructuras que no servían para nada de los lados, con lo que se ha ganado en anchura, aunque siga siendo insuficiente) y han iluminado la ya famosa pasarela, más conocida como “el foso del terror”, aunque no sé para qué, ya que no se utilizó en toda la noche. Pero aún así la gala no hay por dónde cogerla y seguimos teniendo la peor preselección de Europa. Y eso, señores, que tenemos una de las televisiones públicas con más historia. Pues parece que después de tantos años aún no saben hacer un programa musical en condiciones. ¡Si hasta los “Veo veo” de Teresa Rabal eran mejores! Qué fuerte…

Se rumorea por los mentideros televisivos que “Operación Triunfo” podría volver a TVE. Gestmusic, productora del fenómeno televisivo mantiene actualmente unas excelentes relaciones con la cadena estatal y no tan buenas con Tele 5, con lo que la Academia más famosa de la tele pordría volver cual hija pródiga. Tenemos dos ventajas y un gran inconveniente: por una parte nos asegura larga vida al producto y de ahí podría salir de nuevo nuestro representante para Eurovisión (que además se volvería a reconciliar con el público tras los fracasos de audiencia que están teniendo las semifinales este año). El gran, gran inconveniente sería perder a Jesús Vázquez como presentador, ligado a Tele 5 por contrato durante varios años. ¿Alguien concibe ya OT sin Jesús? ¿Volvería Carlos Lozano? ¡¡No, por favorrrr!! Aunque casi lo prefiero a la omnipresente Anne-Sosa Igartiburu, por muy espectacular que fuera ver qué se pondría en cada gala (no sé como hace esta chica para ir siempre maravillosa). En fin, a ver dónde mandas a los triunfitos.

Y hablando de triunfitos, parece que ellos están monopolizando (con permiso de Melody, para mi ya siempre “la gorilera abandonada”) las semifinales de este año, es curioso. Triunfito que actúa en la gala, triunfito que se clasifica para la final. Ya lo hizo Noelia y esta semana la han seguido Soraya y Jorge. A ver si seguimos la racha y se cuela también Sandra con sus chicas de “El secreto de Álex”, toda una frescura pop.

Volviendo a esta gala, creo que los resultados fueron justos. Algo bueno tenía que tener la preselección, al menos están pasando a la final los que deben estar (ya sólo nos queda que lo logre Mirela, El Secreto de Álex y ¿Julia?). Sin duda la actuación de la noche fue la de Soraya. Esta chica llena el escenario. No sé si será su sonrisa, su fuerza, el tinte o el azul eléctrico, pero es una artista de los pies a la cabeza. Y eso que no estuvo del todo perfecta, todos la hemos visto dando aún más de sí (¡ese “Cabaret” en OT!), pero supongo que los medios condicionan. La verdad es que la veo en Moscú. A la puesta en escena le falta algún toque más espectacular, pero ella lo haría genial, no hay ninguna duda. Es cierto que la canción lleva 4 o 5 años de retraso en el Festival, pero los arreglos y la puesta en escena pueden suplirlo. Ah, y que cambie el vestido, estaba guapa porque lo es y habría que ponerle un saco en la cabeza para que esta chica fuera fea, pero el modelito es un poco de mercadillo. Aunque el azul eléctrico le va genial (es muy lista ella, pero a mí no se me escapa ni una que me he dado cuenta de que ya lo probó en “La batalla de los coros” en Cuatro y vio que la favorecía). Está claro que la batalla Melody Vs. Soraya el 7 de marzo (día de la final) será digna de ver.

No puede pasar ni una línea más sin hablar de la actuación de Roel, o mejor dicho, de la Anabel Conde. La canción del madrileño no está mal, pero sabía que le faltaba algo y cual As de la manga se ha sacado a una coro de lujo: Anabel Conde. La pobre, un segundo puesto en el Festival y para lo que ha quedado… además, tanto Anabel y no la enfocaron en toda la canción, pobrecita, eso sí pegó un grito de esos de los suyos (de esos en los que parece que se va a quedar sin voz y en lugar de eso sigue subiendo, como ya lo hiciera en Dublín dejando boquiabiertos a toda la audiencia europea). El efecto le funcionó a Roel, aunque no lo suficiente para clasificarse. Ni siquiera para quedarse en la repesca, puesto que le arrebató Salva Ortega (hasta el nombre es horterilla), que no es más que un mal imitador de Ricky Martin, eso si, con unas bailarinas estupendas.

Quienes sí lo consiguieron cumpliendo todos los pronósticos fueron Virginia y Jorge González. Virginia con su “True Love” hizo una actuación espléndida. Es cierto que a la canción le falta “chicha”, pero es una balada preciosa y ella la canta tan bien… me encanta que esté en la final, aunque no pase de ahí. Y ¿qué hacemos con nuestro gitanillo? ¡Más guapo no puede estar! Ese batiburrillo cómo es su canción: que si flamenquito por aquí, que si reggueatón por allá, ahora un poco de R&B, te rapeo tambien… ¡niño defínete! y no sexualmente (que también). Pero lo que es cierto es que Jorge lo dio todo, sabía que era única la oportunidad y la aprovechó al máximo.

Lo mejor de la gala, sin duda, la versión del “Poupée de cire” (una de las canciones más conocidas de la historia del Eurofestival que le dio el triunfo a Luxemburgo en el 65) de la mano de Nena Daconte. ¡¡La quiero en mi iPod ya!!


miércoles, 18 de febrero de 2009

Eurovisión 2009: el trastorno

Que conste que os lo dije hace meses cuando TVE anunciaba a bombo y platillo el proceso de selección para este año bajo el título de “Eurovisión 2009: el Retorno”, ¡sonaba a amenaza! Tras el peliculón al más puro estilo surrealista del año pasado protagonizado por el freaky cuyo nombre me prometí a mí mismo que no iba a volver a pronunciar, hacer la segunda parte era todo un reto. Pero nuestro ente público lo ha conseguido, este año nos está regalando todo un thriller con ingredientes de terror y algo de gore, con un guión que parece rendir un homenaje a Jaume Balagueró y Paco Plaza. Como en “REC”, la gran película de estos directores catalanes, no sólo los espectadores pasamos miedo, también los protagonistas están inmersos en una trama que no conocen de antemano y sufren tanto o más que nosotros. ¿No os parece apasionante? Además, ¡cuántos directores del género darían lo que fuera por conseguir a esa diva y musa de la modernidad como es Alaska como cabeza de reparto! (¿por qué Olvido Gara no utilizará ya su verdadero nombre, si es mucho más bonito?).


Yulia Valentayn, una de las semifinalistas que intentó (sin éxito) sacar adelante su “Uh la la” en la primera semifinal de la preselección de TVE, ha calificado la gala de "experiencia terrorífica". "Como ya habéis visto desde fuera, la noche fue un cúmulo de despropósitos, pero os aseguro que desde dentro lo fue aún más", señala Yulia en su MySpace. En una serie de relatos que titula “Las crónicas de un día de terror”, la cantante rusa cuenta la experiencia vivida durante la semifinal y dice: "No creo que quede ningún error posible por la parte de organización que no se haya cometido durante la gala y las horas previas a ella". La pobre… Ella, que quería globitos de colores y todo para su puesta en escena, pero le dijeron que era demasiado complicado técnicamente. Pero vamos a ver, ¡¿qué complicación hay en inflar unos cuántos globos?! Si además fue la primera en actuar, con lo que el escenario podría haber estado preparado desde la publicidad. Podéis leer las crónicas de Yulia en su MySpace (léase como lo pronuncia Mari Callas), no tienen desperdicio:

http://blogs.myspace.com/index.cfm?fuseaction=blog.view&friendID=435786625&blogID=471169929


¡Miedo daba el atuendo de Noelia Cano! Vamos a ver, nena, ¿quién te vistió, el mismo que a Gisela en el festival del año pasado, no? ¿Pero no viste lo mal que le fue, hija mía, que fue elegida la peor vestida de esa edición? De su actuación no voy ni a hablar, claro, porque no lo hizo mal, sino lo siguiente. Lo cual no deja de sorprenderme. Una chica curtida en musicales y con buena voz, aunque me cueste reconocerlo (me cae mal, no lo puedo evitar). Osea, que ellos eran los primeros perjudicados en esos problemas de sonido, teniendo que cantar prácticamente “a ciegas”. Uy, ¡con lo que era la valenciana en OT!, qué calladita está, ¿no? Me da a mí que como ha pasado a la final por los pelos, está más callada que en misa (por no decir más callada que una p….), por si acaso.

Como en cualquier peli de terror que se tercie, alguno de los personajes deben sufrir y si no morir, al menos temer por su vida. Es el caso de Pedro Martínez, aspirante a quinto elemento del jurado y de Paco Quintana, uno de los líderes de Atalis, otro grupo semifinalista de la gala. Reír nos reímos, claro (¿por qué nos hará siempre tanta gracia una caída?), pero a ellos gracia, lo que se dice gracia, no les ha hecho ninguna. Pedro está “eslomaíto” el pobre, con “la vía del travelling dibujada en la espalda", según sus propias declaraciones. Y a Paco Quintana la bromista le ha costado una fractura de muñeca y de brazo. Al parecer, junto a la pasarela negra había un hueco sin público, un foso, donde montaban el travelling por la que iba una cámara móvil y al ser del mismo color, no se distinguía y claro, la hostia estaba asegurada. A ver, varias cositas: ¡menos camaritas móviles y travellings de los cojones y que se escuchen los micros, por Dios! Y por otra parte, ¿no habían visto ya el primer accidente, por qué no marcan la pasarela para que no ocurra más? Todo esto ante la pasividad de todos, Alaska incluída, que siguió la gala como si allí no hubiera ocurrido nada. Vamos que le faltó decir aquello de “eres el rival más débil, adiós”. No doy crédito.


El último episodio de esta interesante trama (que espero que continúe, claro) es el plantón de Los Vivancos a Melody. Mira que me caía mal la niña, pues ahora me da pena y todo. Miedo me da conocer su reacción, ¡con lo viva que es! Estoy convencido de que la sevillana ha llamado a los descamisados y los ha pregonao. La cuestión es que ellos consideran que “no se han cumplido los requisitos técnicos y artísticos para defender su candidatura con calidad y profesionalidad", según dicen en su comunicado. Vamos, que pasan de participar en este circo cutre y quizá de ser mera comparsa de Melody (estaban en un segundísimo plano). La verdad es que su postura es valiente, y debería ser seguida por todos los demás artistas, que no deberían permitir esta falta de profesionalidad y seriedad por parte de TVE. ¿Así se apoya a la música, a la cultura, a nuestros artistas? ¿Tirándolos al foso? (en sentido figurado y literal).

Pero lo más importante, al parecer Melody seguirá con el proceso de preselección... ¿con quién bailará ahora, con los Gorilas? ¿Está más cerca Soraya de Moscú? ¿Tenemos alguna posibilidad los que apostamos por Mirela? ¿Aprenderá TVE de sus errores para el resto de las galas? ¿Cómo terminará esta serie de misterios?

Continuará…


jueves, 5 de febrero de 2009

¡Yo también estuve!

¿Hay algo peor que ser una de las peores vestidas de una Gala? Definitivamente sí: pasar desapercibida. Y es que lo contrario al amor nunca fue el odio, sino la indeferencia. Con el trabajo que debe costar estar entre los invitados, el quebradero de cabeza de elegir modelito, arreglarte, peinarte… y esa noche nadie se fija en ti o al día siguiente no apareces en ni una sola foto de la prensa especializada. Un horror, vamos. El caso de Maribel Verdú y Aitana Sánchez Gijón es comprensible, llegaron tarde a la ceremonia porque estaban con su función de teatro, así nadie pudo recrearse en lo estupendas que iban las dos amigas. Pero hay algunos casos más, que bien porque tienen poco tirón mediático, o por la hora de llegada (si entras a la hora del Telediario no sales en la tele jeje), o porque tu entrada coincide con la de otra estrella con mayor interés para la prensa, como la acaparadora de flashes Pe, por ejemplo, que se convirtió en el centro de atención y hasta que no tomó asiento se ignoró al resto de personalidades que desfilaban tras ella por la alfombra. Desde aquí un reconocimiento a estas chicas, que aunque no figuran, lo merecen.


En primer lugar, Mariam Aguilera. Confieso cierta predilección por esta chica, no sé bien el motivo. Quizá sea su despampanante cabellera pelirroja. No me digáis que no iba estupenda, tan sencilla, pero tan elegante, un poco rollo griego también, ¿no?


¿Qué interés podía tener nadie a priori por Irene Visedo? Ninguno, claro. Pero resulta que lleva uno de los vestidos más bonitos de la noche. Está realmente guapa con este modelo en raso y seda de color visón.


Que Rosana Pastor es guapa, ya lo sabemos todos, pero a mí siempre me ha parecido un poroc "horterilla". Y es que con esos rasgos tan raciales y marcados siempre ha abusado del adorno. Pero el domingo sorprendió a todos por su elegancia con este diseño en azul petróleo (me encanta ese color, como a Boris Izaguirre, que incluso le dedicó un libro).


Maribel llegó tarde, y se hizo la foto de rigor, sólo para saber que estuvo allí. Me alegra de que últimamente sea un de las imprescindibles en los Goya, cuando la han "ninguneado" durante años. Desafiaba a la superstición (sabía que no ganaría el premio, Carmen Elías era una rival fuerte y dos veces consecutivas era ya mucho pedir) con este modelo amarillo (yo creo que tiende al mostaza) de la última colección de Dior. Iba mejor el año pasado, sí, pero está realmente fantástica. Y a juzgar por las imágenes de la gala, su marido opinaba lo mismo.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Mejor no

Si en cualquier entrega de premios nos fijamos en aquellas actrices que relucen por su elengancia, también las hay que rechinan por todo lo contrario y, claro, los Goya no iban a ser menos. Fíjense sino en los modelitos que lucen las siguientes actrices, ejemplos claro de lo que NO deberían llevar ni a la boda de Farruquito.


El número uno de esta "moda sin sentido" es curiosamente la conductora de la Gala. Carmen Machi no descansará hasta que se quite de encima la cruz de su archiconocido personaje televisivo, pero creo que este modelito no le ayudará lo más mínimo. ¿Acaso no iría así las mismísima Aida a la boda del Jonathan? Menos mal que se cambió para comenzar la ceremonia, y aunque tampoco fue un ejemplo de glamour, al menos iba algo más discreta.


Querida Miriam: no pintas nada en los Goya, hace siglos que participaste en "Belle Epoque" y no aportas nada al cine español. ¿Que te invitan y quieres ir? me parece estupendo, pero al menos podrías intentar pasar desapercibida. ¡Si pareces que vas a representar a España en el certamen de Miss Universo!


Elvira Mínguez tiene el mérito de ser fiel a un estilo propio, y eso es parte también de la elegancia. Pero resulta que el estilo es feo hasta decir basta, y ni siquiera la personalidad lo salva. Claro, tampoco es que el macro bolso y los zapatos ayuden mucho.


Ains, me da pena por Malena. Es simpática, divertida, una actriz estuenda (estoy convencido de que algún día dará el campanazo y lejos de la comedia, fíjate) y ella lo intentó: eligió un modelo que parecía bonito y del color de temporada, ¡pero le sienta tan mal!



Clara Lago está creciendo, ¡y de qué manera! Tiene la edad y el físico para este modelazo, pero me parece más cercano a una noche discotequera que a "la gran noche del cine español".


Definitivamente no fue la noche del "clan Cruz", al que pertenece Goya Toledo. Si Penélope aunque elegante, no deslumbró y Mónica sigue con los problemas con su pelo, Goya estuvo a punto de hacerse con el triunfo de la noche. Y todo parecía apuntar a que así sería, hasta que pasó de un plano medio a un plano entero. Entonces, descubrimos cómo un detalle de una falda puede cargarse todo un modelón de alta costura. ¿Qué son esos pliegues? Si parece el telón del Liceo... Eso sí, destacar los pendientes en forma de tela de araña, eran monísimos.

¿La alfombra? Verde, de toda la vida.

Uff, tres días pasan ya de los Goya y yo sin hablar de ellos, ¡qué fuerte!

De la Gala y los premios para qué decir más: que Carmen Machi no estuvo mal, pero algo encorsetada en el guión (ella no es Aída, a ver si lo asumimos), que si la gala a veces se hace pesada, que si los presentadores deberían tener algo más de guión, que si "Camino" fue la gran vencedora de la noche (es una gran película y muy valiente, me alegro) y bla, bla, bla...

Pero lo que realmente nos interesa a todos es la alfombra, que en nuestros premios patrios resulta ser verde (por el wisky que patrocina, no por ser originales o por marcar estilo propio ni nada de eso, no se vayan a pensar que damos para tanto) y los modelitos o modelazos que la pisan. ¿Para algo más sirve una entrega de premios? Como dijo Belén Rueda esa misma noche: "los vestidos deberían venir sólos". Sí, yo tampoco sé muy bien qué quiso decir, pero me sirve de excelente excusa para resaltar las que, en mi opinión, fueron las que más deslumbraron en la antesala de la Gala:


En primer lugar, una deslumbrante Belén Rueda. Ésta le ha cogido el punto a su amiguísima Carolina Herrera y siempre va estupenda. Es un poco aburrido que siempre vaya de la misma diseñadora, la verdad, pero bueno, si el resultado es siempre como este, lo merece. El vestido es una obra de arte y ella estaba estupenda con ese color de piel y ese nuevo tono de rubio. Pa mí que quiere ser la Kidman española, pero nena, no te hace falta.


En segundo lugar Olivia Molina. Esta chica, que siempre pasa desapercibida (alguien sabe como vestía antes del domingo) ha conseguido con este modelazo (copiado de la mismísima nueva novia de América, Anne Hathaway, que lo llevó a los premios SAG a principio de mes) subir al podium del glamour. Espero que sea el comienzo de una gran amistad, Olivia.

En las entregas de premios siempre hay injusticias. Y no lo digo por el Goya a la Mejor Actriz, merecidímo reconocimiento al trabajo impecable de Carmen Elías, sino porque ella debería haber sido la gran protagonista de la noche. Porque se fue con el Goya en la mano, porque es una excelente actríz, porque es una pieza clave del éxito de la película y porque iba elegantísima con este vestido drapeado de seda y lo supo llevar como nadie (¡qué manera de subir las escaleras y de agradecer el premio!). Con los años, y aunque no me gusten las comparaciones, será algo así como una Helen Mirren española.



El cuarto lugar es de Aitana. Llegó tarde (estaba representando en el teatro la obra que comparte con su amiga Maribel Verdú) y no pudimos verla en el paseíllo de la alfombra, pero entregó un premio regalándonos a todos la oportunidad de verla. Y es que guapa, es un rato. Sencilla en los complementos (tan sólo dos pendientes, preciosos pero discretos) porque sabe que no necesita más adorno que el de su propia belleza. Comparto la afirmación de mi madre: "a mí es que los vestidos de volantillos de chico a grande, es que me encantan". No hay mejor manera de decirlo, ¡¡mi madre debería escribir para Vogue!!


Estoy de acuerdo en que no era la mejor noche de Penélope, aunque fue junto a Benicio del Toro la gran protagonista de la velada. No brillaba, como ella suele hacerlo, y por eso ocupa el quinto puesto. Pero a pesar de mostrar cierta dosis de cansancio, lució uno de los trajes más bonitos que se vieron en Madrid esa noche. Volvió a confiar en Channel, un modelito que ya usó en la fiesta posterior a los Globos de Oro. La crisis, que nos afecta a todos.


Con el sexto puesto seré breve, ya que me molesta muchísimo que sea para Mar Saura, pero es que tengo que rendirme ante la evidencia, estaba espectacular con este Versace (también copiado, por cierto, pues lo llevó Gisele Bundchen a una gala del Museo Metropolitano de Nueva York). Pero, ¿qué hace Mar Saura en los Goya? ¿Estaba nominada por su estupendo papel en "Escenas de matrimonio"?


La séptima plaza es para la sevillana más internacional (con permiso de las vírgenes Macarenas): Paz Vega. Evitilla me dijo que parecía un bombón, pero no lo parece querida, es que lo es. Ella también es fiel a su diseñador, Josep Font en este caso y me imagino que le habrá pedido algún modelito que disimule su tripita de embarazada. Josep, como buen maestro que es, lo ha conseguido, y no sólo eso, ha hecho de su musa toda una "pin up" adorable. Algunos dicen que ahora copia a Dita Von Teese, (esta chica qué poca personalidad tiene), pero al menos al menos se saca mucho más partido que cuando iba tras los pasos de Pe.



Y hay que hacer una mención especial a la presidenta de la Academia, Ángeles González Sinde. Y no por ser presidenta, sino porque se suponía que en esta edición de los Goya se rendiría un homenaje a la moda española y ella, cual abanderada de la causa, se enfundó en este estupendo diseño en negro y morado (uno de los colores de la temporada) firmado por Debota&Lomba, que es soso de cojones (claro, como ella, ahora que lo pienso), pero que tiene unos diseños estupendos. Del pelo no hablaremos, que bien merecería otro post, y no quiero estropearlo.